martes, 26 de agosto de 2008

Nuevas pistas despejan incógnita sobre José Martí y la masonería



Durante décadas fue buscado con mucho afán, pero escasa fortuna, algún documento probatorio de la filiación masónica de José Martí. Hace poco tiempo, un joven historiador cubano lo encontró y escribió un libro sobre la repercusión del hallazgo, el cual ahora prolonga con nuevos elementosJulio MARTÍNEZ MOLINA (jmmolina@enet.cu)(13/08/2008) 5:15 p.m.La filiación masónica de José Martí fue históricamente cuestionada. La inexistencia de documentos probatorios puso en entredicho, incluso, los testimonios de un grupo de personalidades, investigadores e historiadores prestigiosos que la dieron por sentada.Ya en 1899, Aurelio Miranda, ante la muerte del masón Dr. Francisco Solano Ramos, se lamentaba en la revista La Gran Logia sobre la imposibilidad de disponerse de la constatación tangible prometida por Solano en torno a la iniciación masónica de Martí en una logia española.Entre los que intentaron demostrar la militancia del Maestro -en la práctica los mayores suministradores de información al respecto- figuraron su amigo Fermín Valdés Domínguez y Enrique Gay Calbó, Francisco J. Ponte Domínguez, Miguel Ángel Valdés o Roque Garrigó.Además, Emilio Roig de Leuschering, Roger Fernández Callejas, Gabriel García Galán, Fernando Portuondo, el mexicano Camilo Carrancá Trujillo, Eduardo Vásquez Pérez y Eduardo Torres-Cuevas.Estudiosos de la figura del Apóstol buscaron incansablemente durante más de un siglo en Cuba, España, México, Venezuela y los Estados Unidos alguna prueba que corroborara materialmente semejantes aseveraciones. No obstante, el éxito no coronó tales empeños.Pero al fin, luego de tanta espera, el joven historiador cienfueguero Samuel Sánchez Gálvez encontró la ansiada evidencia: dos documentos masónicos que contenían la firma y el nombre simbólico del Apóstol, los cuales terminaban una larga (y por momentos agria) polémica.El estudioso responde a 5 Septiembre digital:¿Cómo se produjo el hallazgo?"Como parte de mi doctorado sobre pensamiento masónico, debí revisar 1 500 actas y 1 200 expedientes de miembros, así como la papelería inédita de la Logia Fernandina de Jagua, en Cienfuegos."Prioridades en la búsqueda fueron determinar la relación de la masonería cienfueguera con el Partido Revolucionario Cubano e investigar la relación Martí-masonería. Dirigí la atención a los masones consigo relacionados, especialmente hacia aquellos con quienes el Maestro coincidió en su estancia en Madrid."Rastreé referencias en los archivos, y sobre todo en los expedientes de cubanos y extranjeros que provenían de logias en España, fundamentalmente las adscritas a la congregación nombrada Gran Oriente Lusitano Unido (GOLU)."Uno de esos hombres procedentes del exterior afiliados a las logias sureñas a fines del siglo XIX fue Amelio de Luis Vela de los Reyes, proveniente del GOLU. Hallarle me permitió transitar por los caminos de su relación con el Apóstol y de Martí con la masonería."Hombre de ideas avanzadas, Amelio recibió acusaciones de infidente por las autoridades coloniales, y a resultas fue deportado a la metrópoli, pero regresó a Cienfuegos después del Pacto del Zanjón."Solicitó entonces afiliación masónica en la Logia Fernandina de Jagua. Al ubicar, luego de varias búsquedas, el expediente de Amelio, comprobé que contenía la firma y el nombre simbólico de Martí (Anahuac) con su rúbrica."De inmediato se procedió al estudio de los documentos. Fueron comparados con otros martianos y se realizó un examen caligráfico. Todo se consultó con especialistas de primer nivel, quienes verificaron su autenticidad".Más allá del valor del descubrimiento en sí mismo y de llenar un espacio en blanco de las distintas biografías martianas, ¿qué elementos colaterales aportó a la investigación del asunto?"Antes de contestar directamente la pregunta, debo precisarte algo, en aras de ganar en claridad. Al inicio de la pseudorrepública, en 1902, existían fuerzas en Cuba a las cuales no les convenía reconocer esta filiación del Maestro."Un país nuevo crea sus símbolos, su Bandera, su Himno, su Héroe Nacional, busca sus emblemas y afirmar algo así se contraponía al ideario de ciertos poderes, en tanto la masonería estaba condenada por el papado desde el siglo XVII, y España la autorizó o censuró de forma intermitente."Defender dicha militancia martiana, por tanto, se hacía difícil; he ahí parte de la explicación sobre el origen de esa laguna que refieres desde los primeros recuentos vitales, en los cuales ya otros posteriores incurren más bien a falta de pruebas tangibles."Hecha tal aclaración, debo responderte que mediante la investigación quedó establecido que Martí militó en la Logia Caballeros Cruzados No. 62 (de allí provenía el diploma de Amelio firmado por Martí y la carta con su nombre simbólico Anahuac, que el Apóstol le enviara: los dos documentos hallados)."En ambos pliegos comprobé que, en Caballeros Cruzados No. 62, Martí obtuvo el grado de Maestro Masón, ocupó el cargo de Secretario y empleó el nombre simbólico de Anahuac -luego por él retomado eventualmente a otros propósitos".Torres-Cuevas, quien tutor de tu doctorado, respaldó en su texto Martí masón, publicado varios años atrás, la militancia de marras. ¿Cuál fue su reacción al mostrarle los documentos probatorios?"Sorpresa y conmoción: esas fueron las palabras de mi tutor al verlos. Me ayudó a prepararme para un breve volumen realizado a la carrera sobre el hecho; e hizo un aparte en medio de su presencia en la Feria del Libro 2007, donde era una de las personalidades homenajeadas, para presentar los diplomas hallados."En el prólogo a dicho libro en torno al tema, escribió que a partir de este momento los estudios históricos cubanos y en particular el estudio de la masonería cubana han ganado un nuevo campo de investigación y dejan atrás una polémica que desde ya pertenecerá a otros tiempos".¿Cómo se nombra y cuándo se publicó ese libro?"Se titula Martí ciñó el mandil (el mandil es lo que la gente conoce como el delantal usado por los masones, aclara); y fue publicado en octubre de 2007 por Ediciones Bachiller de la Biblioteca Nacional, con mil ejemplares. Se presentó en dicha institución."Luego tuvo una segunda edición, ésta digital y distribuida a estudiosos de todo el planeta por la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz en el Primer Simposio de Historia de la Masonería Latinoamericana y Caribeña, celebrado en diciembre de 2007".¿Consideras que quedó dicho todo en torno al particular en el citado volumen?"Obviamente, el hallazgo primero y el libro después, ya despejan una duda madre; pero el texto dejó abiertas otras interrogantes".¿Cuáles?"Las conclusiones allí vertidas contienen a su vez nuevas pistas de indagación: ¿En qué fecha se inició y tomó los diferentes grados Martí? ¿Existe la documentación de la Logia Caballeros Cruzados No. 62? ¿Hay constancia de sus intervenciones en las actas de éstas u otras logias? ¿Qué planteó en ellas? ¿Militó Martí activamente en la masonería en América? ¿Cuándo tomó, como evidencian sus joyas masónicas, el grado de Caballero Rosacruz? ¿En cuál logia? ¿Es posible establecer una relación entre sí y la logia Libertad No. 40 (donde diversas fuentes sostienen también militó?".Entonces, infiero que trabajas una prolongación del libro."Ya confirmado que nuestro Héroe Nacional ciñó el mandil, se impone ahora continuar investigando en su vida masónica, así como en la relación entre su ideario y acción y el de las masonerías de su época. Una vez finalice el doctorado, publicaré este nuevo texto, en cuya prolongación laboro".A propósito de esa identidad anterior que mencionas, ¿cómo podría conectarse el ideario martiano y el masónico? En otras palabras: ¿en cuáles razones pudo estribar el interés de un hombre de su talla por dicha militancia?"Tu pregunta llega a la esencia de lo que, pienso yo, sea el saldo mayor de mis posibles logros historiográficos: la importancia de todo esto no radica en que perteneciera a la institución, sino lo que implicó dicha militancia."La masonería jugó un rol insoslayable en la historia de Cuba, tanto en las guerras de independencia, como en la esfera cultural, científica y social, eje temático de mi doctorado y definido -sobre todo lo primero- en muchas fuentes."La masonería tiene como bases una serie de elementos morales, filosóficos, éticos, de la Ilustración..., que también forman parte de la ideología, del pensamiento cultural y la ética martiana. Por tanto, deberán tenerse en cuenta en lo adelante para pensar a Martí."Él no fue más grande o no por ser masón, sino que dicha filiación no podrá soslayarse de ahora en más para comprender el pensamiento martiano en toda su dimensión".

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