Noticias sobre la masonería. 1.400 jueces británicos reconocen ser masones

¿Cuál es el poder la masonería?, ¿cuántos masones hay en el Parlamento Europeo? Un experto en esta organización da algunos datos.
Extracto una entrevista hecha al padre Manuel Guerra, estudioso de la masonería, y publicada en la agencia Zenit el 3 de abril.

los masones están presentes en casi todos los organismos internacionales decisorios y en las multinacionales de poder económico y político. (...) Además, en el mundo anglosajón y en los países nórdicos, en Turquía, etc., no es que aspiren a tener el poder, es que son el poder.Así ocurre cuando el rey es el Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) y de las más de 150 Grandes Logias (una en cada nación, en EE-UU una en cada Estado). En el año 1995, la GLUI contaba con 750.000 miembros en 8.000 logias de todo el mundo.

(...) El gobierno de Tony Blair ha impulsado un movimiento que reclama la obligación de los masones a declarar su pertenencia a la masonería, sobre todo si son funcionarios del Estado, especialmente en la judicatura y en la policía. Es encomiable la respuesta de más de 1.400 jueces ingleses que han declarado voluntariamente su afiliación a la masonería.

-El famoso 60% de masones en el Parlamento Europeo, ¿es un dato cierto?-Este porcentaje o uno similar es el asignado por Josep Corominas, Gran Maestro de la Gran Logia de España (GLE) hasta marzo del 2006.

El laicismo masónico, abierta o solapadamente, pretende arrinconar lo específicamente religioso, lo que no sea común a todas las religiones y éticas, encerrándolo como en «arresto domiciliario» en el foro de la conciencia individual y dentro de los templos. Por eso, procura borrar las huellas socio-culturales cristianas en los países tradicionalmente cristianos, por ejemplo los «belenes»
Aparte de esta entrevista, he encontrado en Zenit, que os animo a visitar, y más en estos días, un reportaje (4 de abril) sobre el LXX aniversario de la lectura en Alemania de la encíclica contra el nacionalsocialismo. Todo un ejemplo de valor y lealtad a los principios, junto con una trama de intriga para llevar el escrito al III Reich y distribuirlo a miles de parroquias.

El texto definitivo de la encíclica fue firmado por el Papa Pío XI el 14 de marzo de 1937. Mediante valija diplomática, algunos ejemplares impresos fueron enviados al nuncio en Berlín, quien a su vez los pasó al obispo de Berlín y desde allí correos secretos los entregaron a todos los obispos alemanes.Sin saberlo la Gestapo, el texto fue impreso en doce imprentas. Muchos obispos hicieron imprimir algunos centenares de miles de ejemplaresCon todo secreto, los textos fueron distribuidos a todos los párrocos, a los capellanes, a los conventos y la encíclica fue leída en todas las iglesias alemanas el día 21 de marzo de 1937.