LA HABANA, Cuba, (Leonel Alberto Pérez Belette / http://www.cubanet.org/) Oscar no es solamente mi hijo, mis hijos son todos los que luchan por la libertad de Cuba” –fueron las palabras del venerable hermano Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, y es por eso y por el ejemplo de su vida, que la Gran Logia de Cuba de Antiguos Libres y Aceptados Masones ha tenido a bien conmemorar los 150 años de su natalicio.
La velada artístico-cultural se llevó a cabo en la sala de actos Benito Juárez del Edificio Nacional Masónico, el pasado viernes 18. La solemnidad, en Tenida Blanca, fue presidida por el Gran Maestro de la masonería cubana, Osmundo Gerónimo Cabrera Pérez, quien pronunció las palabras de apertura tras las notas del Himno Nacional. Posteriormente la actividad fue amenizada por varios artistas del patio, entre los que destacó el pianista Huberal Herrera. Entre las obras interpretadas figuró La Bayamesa, compuesta por Fornaris, Castillo y Céspedes.
El discurso central estuvo a cargo del hermano Lázaro Ángel Santiesteban Prats, presidente de la Comisión Permanente de Bibliotecas de La Gran Logia de Cuba, quien hizo una síntesis de la figura de Carlos Manuel y del periodo histórico. El acto concluyó con la entonación del Himno Masónico.
La espaciosa sala consagrada al benemérito de las Américas se abarrotó, pues no sólo asistieron los hermanos de la fraternidad y sus familiares, sino pueblo en general. La Gran Logia de Cuba es una hermandad del tipo regular, lo cual quiere decir, entre otras cosas, que limita las diferencias políticas y religiosas durante sus trabajos (sesiones). Es por esta razón que tal vez sea el único lugar dentro de la Isla donde hermanos de diferentes religiones, preferencias políticas, nivel de instrucción, razas, procedencia y nivel social, se reúnen para exponer y debatir diferentes temas, en un clima de respeto y tolerancia.
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