domingo, 20 de enero de 2008

El periódico de cabecera de ZP siembra las dudas sobre si es masón

La agresividad contra la Iglesia Católica está de moda en el Gobierno socialista. Los periodistas Isabel Durán y Carlos Dávila ya apuntaron en su libro La gran revancha por qué. José Luis Rodríguez Zapatero, nieto del capitán Juan Rodríguez Lozano, algo ha recibido de la herencia masónica. He ahí la vuelta a su peor tradición, que es la de un insaciable afán de poder suplantando una fe religiosa con una liturgia vagamente civil. ¿El anticlericalismo feroz del presidente del Gobierno viene lastrado por su impronta masónica? Según ha podido constatar Garganta Profunda en algunos medios, la pregunta ha vuelto a ocupar numerosas conversaciones de mesa y mantel, y esas especulaciones se han visto reforzadas campanudamente por el rotativo de cabecera a día de hoy en La Moncloa, Público, que sacó el pasado viernes a la calle una llamativa portada. El titular de apertura era en sí mismo toda una declaración de intenciones. "Zapatero cambiará la ley de libertad religiosa", rezaba. Y encabezando la portada el Ojo de la Eternidad, el ojo que todo lo ve dentro de un triángulo rodeado por un resplandor, el símbolo masónico por excelencia. De ahí que para muchos haya sido la confirmación de que el inquilino de La Moncloa es ostentosamente masón. "No en balde –comentan estas voces convencidas- la masonería es hoy clave esencial de la socialdemocracia". Es lo último en materia de climas artificiales, y lo cierto es que la sospecha de que hay un masón sentado a la cabecera del Consejo de Ministros ha prendido a lo largo de la legislatura en ciertos sectores que lo van soltando a diestro y siniestro empapando como si de lluvia fina se tratara. En España, dos masones hipotéticos dieron mucho juego, Manuel Azaña y Pedro Sáinz Rodríguez. También la condición masónica de Francisco Franco fue evidente para algunos. Público, que conste, ha aportado una nueva duda sobre José Luis Rodríguez Zapatero. El caso es que el presidente aludido -así consta a Garganta Profunda- se ha llegado a decir en alguna ocasión asombrado ante los rumores sobre su filiación masónica. Pero con el jefe del Ejecutivo, cualquier cosa es posible. Incluso que esté jugando a una logia nueva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Carlos Dávila e Isabel Durán, grandes periodistas