domingo, 13 de julio de 2008

Gran Oriente: las hermanas son nuestros hermanos

Por Alain Bauer
Ex - Gran Maestro del Gran Oriente de Francia
(2000-2003)

El debate sobre la iniciación de las mujeres en el Gran Oriente de Francia no es nuevo. A finales de los años 1990 ya la logia Delgado había procedido a una iniciación “salvaje” y había sido disuelta.

En 2002, mientras que desempeñaba las funciones de gran maestro del Gran Oriente, por primera vez, el ejecutivo hubiera podido obtener un voto del convento (asamblea general de las logias) sobre dos cuestiones: la iniciación de las mujeres y la afiliación de las hermanas. Habíamos sido batidos por una mayoría del 75% de las voces. Pero por primera vez las logias habían podido hacer caso omiso del procedimiento llamado “pase al orden del dia ” que permitía no abordar las cuestiones que se fastidian.

En 2007, con coraje, mi sucesor intentó repetir el diálogo. El 57 % de las logias no quisieron abordar la cuestión. Las logias, pues, decidieron hacer caso omiso. Tanto para que el debate tuviera lugar efectivamente como para poner en evidencia el hecho consumado.

El paisaje masónico francés consta ya de federaciones de logias (obediencias) masculinas, femeninas y mixtas. Y desde 1921, el Gran Oriente estableció, solo y todavía solo hoy en día, relaciones con sus colegas (el derecho humano, mixto, primero, y después de su creación en 1945 la Gran Logia femenina de Francia, solamente femenina).

Creador de la ley de 1901 (que sucedía a la Constitución de 1848), el Gran Oriente no puede ignorar el lugar de las mujeres en la francmasonería. No puede en contrapartida ignorar la realidad de las elecciones libremente consentidas por quienes quieren trabajar juntos. Podemos querer trabajar en una logia masculina, una logia femenina o una logia mixta. No podemos ser forzados para hacerlo.

DEMOCRACIA INTERNA
Si el método del “golpe de fuerza” debe proscribirse siempre (y no solamente en la francmasonería), existen unos métodos que permiten construir un consenso sobre la manera de progresar. Primero reconociendo a las hermanas como hermanos iguales. Dándoles acceso a los trabajos de las logias del Gran Oriente y condenando a los que niegan el acceso de las hermanas.
Luego proponiendo construir inteligentemente una federación de logias masculinas, femeninas y mixtas en el Gran Oriente de Francia que ya tiene la posibilidad, desde su fundación, de trabajar en todos los ritos disponibles en la francmasonería. Pero sobre todo respetando la democracia interna que quiere que la asamblea general pueda decidir libremente sin evitar el debate.

Reflexionando luego sobre una Confederación masónica de Francia, alianza de todas aquellas y de todos aquellos que comparten los valores comúnes de la masonería francesa. Debilitar la principal obediencia masónica francesa sirve sólo a los adversarios de la causa legítima defendida por las logias soberanas que quieren iniciar a mujeres.

La justicia masónica, como la de la República, no son los instrumentos adecuados para resolver este problema. Hace falta que las logias, por referéndum interno, marquen su preferencia como logia. Qué el Gran Oriente de prueba de apertura dejándoles la libertad de iniciar a quienes quieran. Y qué una conferencia que reúna al Gran Oriente, al derecho humano, a las grandes logias mixtas y a la Gran Logia femenina de Francia pueda comenzar a trazar la vía de una evolución necesaria pero sobre todo voluntaria.
Fuente: Le Monde

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