J. L. Vivo.
Son muchas las leyendas y conjeturas sobre esta Orden Secreta, que la han acusado de ser foco de múltiples conspiraciones, en el curso de los siglos XIX y XX. Perseguida por las dictaduras de derechas y de izquierdas y que ha sido condenada por la Iglesia Católica. Y que se presenta con un halo misterioso, favorecido. Gran parte de esta temática fue analizada en una magistral conferencia por José Antonio Ferrer Benimelli, (en la imagen) pronunciada en el Aula de Cultura de Cajamurcia, dentro de un ciclo de conferencias con esa temática.
El conferenciante une a su condición de sacerdote jesuita, la de profesor de historia de la Universidad de Zaragoza, siendo en la actualidad una de las autoridades más impuestas en la investigación histórica de esta asociación peculiar. Durante su exposición –que centró sólo en el aspecto histórico- hizo un repaso sobre el origen histórico de la orden civil, que ubica en el medievo entre los constructores de catedrales –masonería operativa-, para posteriormente derivar en unas enseñanzas filosóficas de pretendida mejora personal, bajo la dirección de un maestro de enseñanza, que “pule la piedra bruta” -metáfora del iniciado-, y que representa el origen de la masonería especulativa.Durante su disertación trató de desmitificar muchos tópicos sobre la masonería, incluida la adscripción de personajes históricos y conocidos, cuya pertenencia a esa asociación negó, con referencia a pruebas históricas. De lo que se deduce que hay más de leyenda que realidad.En España refirió el crecimiento de la masonería en el último tercio del S.XIX y su decadencia con la llegada del nuevo siglo, especialmente tras la pérdida de las colonias americanas –otro mito atribuido a la “conspiración judeomasónica”, según el Pror. Ferrer-. Para, posteriormente durante la II República experimentar un fulgurante crecimiento –si bien con un carácter más elitista dentro de la clase política, y con un planteamiento laicista-; pasando a la persecución franquista de sus miembros, que llevó a la práctica desaparición de la Orden, hasta la llegada de la restauración democrática.Además indicó la profunda división que mantienen las diferentes obediencias de las logias hispanas, y en general, que a su juicio complica el estudio real de dicho fenómeno.Sobre la cuestión religiosa, más allá de la distinción entre corrientes que admiten la existencia de Dios, y otras que no se lo plantean. No llegó a profundizar en la histórica confrontación entre la Iglesia Católica y la Orden masónica, que remitió para otra charla. Por lo que se echó en falta la docta opinión del Padre Ferrer Benemelli, sobre la incompatibilidad entre la pertenencia a la Iglesia Católica y a la Masonería, quizá para no desagradar a sus anfitriones, pues comenzó su charla afirmando que entendía que era un atrevimiento para un no masón hablar de la masonería, invitado por masones.En definitiva, entretenida conferencia desde el punto de vista histórico del Prof. Ferrer, por su erudición, abundancia de datos, y dominio del tema. Si bien, de su exposición se pudo desprender la profunda división de la Orden, la desmitificación del tema, con una visión más romántica y filantrópica del fenómeno, que propiamente influyente social y políticamente, al menos en el momento actual. Lo que nos parece también una visión un tanto ingenua del tema, pues no se nos escapa, que como en todo, habrá diferencias entre unos y otros grupos, algunos de los cuales lo serán de presión, influencia y poder, menos románticos de la imagen que nos presentó el P. Ferrer, como fue el caso de la logia P-2 italiana con el escándalo que generó en su día, que nada tuvo que ver con esa imagen de ONG filantrópica que algunos apuntan. Además hay que tener prevención por lo oculto, y no olvidemos que es una sociedad secreta, para bien o para mal.
El conferenciante une a su condición de sacerdote jesuita, la de profesor de historia de la Universidad de Zaragoza, siendo en la actualidad una de las autoridades más impuestas en la investigación histórica de esta asociación peculiar. Durante su exposición –que centró sólo en el aspecto histórico- hizo un repaso sobre el origen histórico de la orden civil, que ubica en el medievo entre los constructores de catedrales –masonería operativa-, para posteriormente derivar en unas enseñanzas filosóficas de pretendida mejora personal, bajo la dirección de un maestro de enseñanza, que “pule la piedra bruta” -metáfora del iniciado-, y que representa el origen de la masonería especulativa.Durante su disertación trató de desmitificar muchos tópicos sobre la masonería, incluida la adscripción de personajes históricos y conocidos, cuya pertenencia a esa asociación negó, con referencia a pruebas históricas. De lo que se deduce que hay más de leyenda que realidad.En España refirió el crecimiento de la masonería en el último tercio del S.XIX y su decadencia con la llegada del nuevo siglo, especialmente tras la pérdida de las colonias americanas –otro mito atribuido a la “conspiración judeomasónica”, según el Pror. Ferrer-. Para, posteriormente durante la II República experimentar un fulgurante crecimiento –si bien con un carácter más elitista dentro de la clase política, y con un planteamiento laicista-; pasando a la persecución franquista de sus miembros, que llevó a la práctica desaparición de la Orden, hasta la llegada de la restauración democrática.Además indicó la profunda división que mantienen las diferentes obediencias de las logias hispanas, y en general, que a su juicio complica el estudio real de dicho fenómeno.Sobre la cuestión religiosa, más allá de la distinción entre corrientes que admiten la existencia de Dios, y otras que no se lo plantean. No llegó a profundizar en la histórica confrontación entre la Iglesia Católica y la Orden masónica, que remitió para otra charla. Por lo que se echó en falta la docta opinión del Padre Ferrer Benemelli, sobre la incompatibilidad entre la pertenencia a la Iglesia Católica y a la Masonería, quizá para no desagradar a sus anfitriones, pues comenzó su charla afirmando que entendía que era un atrevimiento para un no masón hablar de la masonería, invitado por masones.En definitiva, entretenida conferencia desde el punto de vista histórico del Prof. Ferrer, por su erudición, abundancia de datos, y dominio del tema. Si bien, de su exposición se pudo desprender la profunda división de la Orden, la desmitificación del tema, con una visión más romántica y filantrópica del fenómeno, que propiamente influyente social y políticamente, al menos en el momento actual. Lo que nos parece también una visión un tanto ingenua del tema, pues no se nos escapa, que como en todo, habrá diferencias entre unos y otros grupos, algunos de los cuales lo serán de presión, influencia y poder, menos románticos de la imagen que nos presentó el P. Ferrer, como fue el caso de la logia P-2 italiana con el escándalo que generó en su día, que nada tuvo que ver con esa imagen de ONG filantrópica que algunos apuntan. Además hay que tener prevención por lo oculto, y no olvidemos que es una sociedad secreta, para bien o para mal.
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