Fue hallado en la ciudad de Ceuta un libro escrito nada más y nada menos que por el mismísimo dictador, el General Franco. Y lo más sorpredente aún es, precisamente, el tema del susodicho ejemplar: "La Masonería". Aparte de inédito, o al menos, no comercializado y oculto, la obra tiene su trascendencia por su rareza motivada al tratarse de este personaje. Los descubridores e investigadores conceden la autoría del libro e incluso su prólogo al propio Franco atribuyéndole el seudónimo "J. Boor" y reconocen que el contenido de la obra coincide con los 49 artículos periodísticos que sobre la sociedad masónica escribió y publicó en el diario falangista "Arriba" entre 1946 y 1951. Cotejando las páginas del libro con los mencionados artículos de prensa, los textos son los mismos. Es curioso y anecdótico (aunque no debe sorprendernos, sabiendo que fueron aliados) que en el libro, Franco, al margen de la masonería, alude a los dictadores Hitler y Mussolini y a sus tesis o teorías. Supongo que se permitiría opinar o quizá valorarlas a modo de ensayo.No hay dudas de que el libro es del propio Franco. La noticia, en los medios de comunicación, sólo ha mostrado un párrafo muy puntilloso del prólogo en el que el dictador defiende su obra enfatizando que ésta "nace como una necesidad viva, pues son muchos los españoles que, dentro y fuera del país, anhelan conocer la verdad y el alcance de una de las cuestiones más apasionantes, pero a la propia vez, poco conocidas de nuestro tiempo: la de la masonería".El contenido, las opiniones y argumentos, la explicaciones sobre la Masonería de aquel que se hacía llamar "Generalísimo por la Gracia de Dios", deja en muy mal lugar a una sociedad filosófico-humanista que desde la Revolución Francesa ha aportado ideas y dado prohombres que han cambiado la Historia. No es de extrañar, el anhelo de Franco de pertenecer a la Masonería. Un interés, movido por pensamientos de poder, y que llevó al dictador en sus primeros tiempos de presencia en África a desear entrar en ella hasta el punto de solicitar su ingreso y todo, porque comprobó que la inmensa mayoría de los militares de alta graduación llamados "africanistas" pertenecían a las logias masónicas del antiguo protectorado: las de Larache y Tetúan.Pero paradójicamente, la solicitud de ingreso de Franco en estas logias, fue rechazada por la más alta instancia de la Masonería o Gran Oriente Español, al parecer porque su persona despertaba recelos al considerarle "dudoso" por no dar el perfil idóneo, o sea, carecer de los básicos humanistas y masónicos principios fraternos, igualitarios y libertarios.El padre y el hermano de Franco fueron masones y republicanos declarados y ya desde su primera juventud en la Galicia natal, el futuro dictador quiso ingresar en la Masonería, siendo rechazado. Al parecer, fue desestimado en varias ocasiones hasta que ante tanto rechazo, y siendo ya General, cambió rotundamente su opinión sobre la Masonería y pasó, de simpatizar con ella a criticarla, condenarla y perseguirla. Suena a venganza, a revancha. A despecho. Y Franco se cebó con los masones. Expropiaciones, encarcelamientos y fusilamientos. Una joya histórica, el libro del tal "J. Boor". Aunque no hable bien de nosotros.
Fuente: Simbolo Net
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