domingo, 20 de enero de 2008

Masones, «ni políticos, ni religiosos»



ALICANTE. La mezcla entre leyenda y realidad se entremezclan en la masonería. Intrigantes rituales, extraña simbología, particular vestimenta, el secretismo y el hermetismo de las personas que las integran, la rodean de un halo de misterio para una gran parte de los mortales. Especialmente en España donde estuvo prohibida en un primer momento por la Inquisición, posteriormente por diferentes monarcas y hasta por las Cortes de Cádiz de 1.812. El caudillo español, Francisco Franco sentía tal aversión hacia los masones, que llegó a encarcelar a más de 2.000 personas por este «delito» y fusilar a alguno de ellos.

Todas estas circunstancias han ido generando cierta desconfianza entre los ciudadanos y ha ayudado a forjar una leyenda negra sobre esta sociedad. No ha sido así con los rotarios que cuentan con cierto prestigio entre la sociedad. Tras la aprobación de la Constitución de 1975, fue necesaria una sentencia del Tribunal Supremo para permitir la inscripción de la masonería en el Registro nacional de Asociaciones en 1979.
Las logias en Alicante
La primera documentación que se tiene sobre la existencia de logias en la provincia de Alicante data de febrero de 1870, en Elche. Ese mismo año, aparecen en Alicante la de Alona y la de Puritanos. Ambas se fusionarían cuatro años más tarde con el nombre de Alona.

La masonería alicantina, desde sus inicios celebró conferencias y certámenes científico-literarios, fundó colegios gratuitos para niñas y para obreros, y una escuela de artes y oficios, promovió una exposición industrial, una sociedad para extinguir la mendicidad, etc. Su labor benéfica y filantrópica fue notable y se distinguió en campañas contra la pena de muerte, la construcción del cementerio civil o contra la esclavitud. Esta logia mantiene Tenida Ordinaria (reunión)todos los primeros y terceros viernes de cada mes. Desde su web: www.logiaconstantealona.org se invita a todos aquellos que quieran conocer más sobre la masonería.
Incierto y discutido origen
El origen de la masonería, aunque confuso y discutido, está relacionado al asociacionismo medieval del gremio de la construcción en Gran Bretaña, de gran importancia en la Edad Media. Esta agrupación tenía la particularidad de autogestionarse libremente, sin sometimiento a reyes, señores feudales y clero. Los ingleses llamaban «free-stone-masón» al albañil que se ocupaba de la piedra de adorno como forma de diferenciarlo del «rogugh-masón» que trabajaba la piedra bruta. Según algunos estudiosos, es la primera mención histórica a lo que derivaría en el término francmasón, que acabaría por designar a los seguidores de la masonería moderna. De este origen surgen sus principales símbolos: la escuadra y el compás.

Los albañiles en la Edad Media constituían un gremio perfectamente organizado. Existía un maestro albañil que dirigía los talleres llamados logias. En cada logia trabajaba una docena de albañiles o masones de diferentes categorías: maestros, compañeros y aprendices. La admisión en el gremio exigía haber nacido libre y ser de buenas costumbres. En su rito de iniciación, el aprendiz recibía un signo de honor con el que debía marcar todas sus obras: los llamados signos lapidarios. Dios Padre es representado como Creador y gran arquitecto del Universo.

Posteriormente, se permitió la entrada a trabajadores de otros oficios y a intelectuales. Entre éstos se incorporaron un gran número de revolucionarios, que buscaban en las logias un lugar menos controlado en el que poder reunirse para luchar contra el poder establecido. Éstos, más tarde fundaron logias en las que sus miembros ya no eran constructores.
Mejorar la humanidad
La Gran Logia Simbólica Española define la Orden como «institución filantrópica, filosófica y progresista, que tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y la práctica de la solidaridad y trabaja por el mejoramiento material y moral de la humanidad».

La masonería no es una organización de carácter político ni religioso. Defienden la pluralidad de pensamiento y libertad de expresión. La tolerancia es su mayor distintivo. Su única negativa es hacia fanáticos, integristas, racistas, xenófobos e intolerantes de cualquier clase. Más que secreta, los masones consideran su asociación como «discreta».

La masonería se considera una institución filantrópica, filosófica y progresista, que tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y la práctica de la solidaridad para la mejora del mundo.

Simbología usada por los masones en la que se aprecia la escuadra y el compás

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