domingo, 10 de agosto de 2008

URUGUAY: NUEVO LIBRO SOBRE MASONERÍA




El libro "En penumbras: La Masonería uruguaya (1973 - 2008)", de Fernando Amado, analiza el papel de la Masonería en la historia reciente de nuestro país, en momentos clave como el golpe de Estado o el Pacto del Club Naval.

El lanzamiento se realizó en la sala teatral de la Asociación Cristiana de Jóvenes, oficiando como presentador el periodista Claudio Paolillo, quien ponderó la obra del joven autor y lo acertado de su título, entendiendo que en el período aludido, la masonería "actuó casi en la sombra pero -paradójicamente- no desde las sombras.

Mencionó también el halo de misterio que suele envolver a una institución de carácter "reservado" como la masonería, situación que propicia la existencia de ingente literatura de ficción, "que a veces puede estar al servicio de fines inconfesables". Recordó también que dichas literaturas, y las recurrentes teorías conspirativas que suelen involucrar a las logias masónicas, "proveen explicaciones simples que eximen al lector de informarse mejor". Paolillo calificó la obra de Fernando Amado como "libre de prejuicios o intenciones espúreas, mas no por eso complaciente", dado que se trata de una institución "formada por hombres", con todas las virtudes y defectos que ello comporta.

El periodista hizo mención luego a varios puntos de interés del libro, como la relación, a veces conflictiva y oras no tanto, entre logia e iglesia católica, la existencia de organizaciones sociales influidas por ambas instituciones, como por ejemplo "la presunta prédica católica del diario El Observador".

Según Paolillo, la obra de Amado refiere que el quiebre institucional de nuestro país provocó también una fractura en el seno de la masonería, ya que en la misma había no pocos militares, tanto del bando golpista como de aquellos que rechazaban la dictadura. Acerca de esa situación, "En penumbras..." ofrece más de una respuesta a una incómoda interrogante: ¿Por qué los masones aceptaron el golpe de Estado?

También se hace referencia al juicio interno realizado por la Gran Logia a miembros como Campos Hermida o Silva Ledesma, y al estado de "indiferente resignación o trance permisivo", de los años de plomo.

El libro recaba asimismo la opinión acerca de la masonería de los ex presidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle, siendo este último quien sostuviera una actitud más distante para con la entidad, más allá de que ninguno de los tres pertenece a ella.

En lo que al presidente Tabaré Vázquez respecta, su condición de masón le habrá sido de utilidad a la hora de nombrar autoridades militares, colocando miembros de la Logia en puesto claves dentro de un área donde el Frente Amplio, por obvias razones, no podía pisar con firmeza.

Sobre el final de su intervención, Paolillo destacó, en un tono risueño, que el libro "quema mucha gente, y hay que leerlo". El cierre de la oratoria estuvo a cargo del autor de la obra, quien recordó de forma somera las dificultades y los apoyos que había encontrado a la hora de investigar el colectivo masónico, "que es una institución discreta que está viviendo un momento de inflexión entre conservadores y progresistas". Reconoció también haberse "apasionado por la mística y los valores que defiende la institución".

Según cuenta Búsqueda, Amado en su libro dice que en 1973 la Masonería tuvo una actitud de "pasividad permisiva". Dentro de la Gran Logia había "una importante y numerosa presencia de integrantes de las Fuerzas Armadas". Muchos se quedaron luego del golpe, otros se fueron de ella.

Con respecto al mencionado "Pacto del Club Naval", Amado entrevistó a quien por entonces era Venerable Gran Maestro de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, Carlos Bolaña, quien dijo que hicieron "todo lo posible para lograr la salida institucional a la democracia".

Cuando se concretó, analizaron la posibilidad de enjuiciar internamente a los militares de la logia que acompañaron el golpe. No hubo expulsiones. Según un ex Venerable, un argumento para ello fue que "cuando un hermano estaba en apuros, detenido, siendo torturado, o lo que sea, acudíamos inmediatamente a estos hermanos militares que iban y sacaban de las pestañas a estos hermanos en apuros".

De los ex presidentes luego del regreso a la democracia, sólo Jorge Batlle afirmó que una "única" vez le hicieron una solicitud privada. "Por distintos conductos me mandaron sugerir determinado nombre para ascenderlo a general".

"Yo pregunté desde cuando acá la Masonería se ocupaba de los ascensos a general. Y con error o con acierto ascendí al que me pareció, que no tenía nada que ver con la solicitud que me planteaba directamente el Gran Maestro, a través de distintas personas", dijo Batlle.

Respecto a por qué no había masones en la Comisión para la Paz, dijo: "porque si tengo que poner al Venerable Gran Maestro también tengo que poner a los del Rotary".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como Uruguayo y miembro regulrar de la orden (es decir, un H:.M:. del R:.E:.A:.A:.), debo decir que en las pocas reseñas que leí del libro encontré información falsa en cuanto a aspectos puntuales y contrastables de la orden y de logias en particular.

Evidentemente el autor ha contado con ayuda proveniente desde dentro de la orden de H:. o HH:. que no han respetado en lo más mínimo uno de los juramentos que se le exigieron a la hora de su iniciación.

Sin embargo, sostengo que hay errores comprobables y contrastables dentro del libro, o al menos dentro de las reseñas que sobre el mismo pude leer.