Se deteriora cada día más el templo masónico

Fue un acto importante. Concurrieron autoridades masónicas, el Intendente Municipal y diferentes representantes institucionales de nuestra ciudad. Parecía por entonces que el templo masónico, aquel bello y original edificio de mediados del siglo XIX se iba a recuperar en estado y servicios para la actividad cultural de la ciudad.El Convenio, fechado el 30 de julio de 2004 fue refrendado por el departamento ejecutivo municipal y la Gran Logia de la Argentina de libres y aceptados Masones. Luego, con fecha 26 de noviembre de 2004, se ratificó aquel convenio mediante la ordenanza 6375.La idea era preservar el templo y convertir las instalaciones complementarias (dos alas laterales y anteriores al templo de muy buenas dimensiones), en sendos espacios para desarrollar actividades culturales.La renuncia de Obregón. Por otro lado, el Municipio debía realizar un relevamiento e informe técnico sobre las intervenciones a concretar. Esto estaba a cargo del departamento de Patrimonio cuya titular era en ese momento la arquitecta Roxana Obregón. Obregón ha dejado de pertenecer al staff municipal el 31 de diciembre de 2005, en su reemplazo está la arquitecta Claudia Petri, quien se encuentra de vacaciones hasta el 6 de marzo, no habiendo otra persona a cargo de las cuestiones patrimoniales. Al menos ésta fue la respuesta que recibió EL NORTE al intentar la consulta por este relevamiento y de qué manera se había gestionado con la masonería para su ejecución. Cuando se anunció el convenio, a mediados de 2004, funcionaba allí un taller de tango. EL NORTE consultó a su responsable, el Dr. Adolfo Suárez Erdaire, quien fue en aquel momento el nexo entre la masonería y el Municipio, para la celebración del convenio. Erdaire informó que "el edificio está eximido de tasas municipales. Ahora respecto de los tributos adeudados por tasas anteriores, hay un expediente que está desde 2004 en el Concejo Deliberante, dado que el Municipio no tiene facultades para disponer que la deuda no se cobre más. Esto corresponde al HCD". Sin luz y con otros problemas edilicios. Desde la firma del convenio, según Erdaire, ha realizado sus funciones en el lugar el Taller de Tango Enrique Cadícamo con danzas, espectáculos artísticos y charlas". Pero esto fue durante un tiempo, porque "luego como no contamos con luz y existen otros desperfectos en el lugar, se hizo una impasse en el funcionamiento".Aunque el lugar -según Erdaire- está abierto al público para quienes tengan iniciativas culturales, esto no se ha concretado masivamente en la práctica. Por el momento, está registrado como funcionando "la Vara joven Sanmartiniana, la comisión de Homenaje al Dr. Olivera Córdoba y el Taller de Tango que en estos momentos no tiene actividad, además de una comisión formada para la preservación del edificio". En caso de haber otros interesados, que en principio se presenta como difícil ante las deficiencias que presenta el edificio; "La Gran Logia analiza la factibilidad de la realización y brinda su conformidad, porque no puede ser una actividad que dañe el edificio". Sobre aquel relevamiento y asesoramiento técnico que debía realizar el Departamento de Patrimonio, dijo Erdaire "Yo desconozco si se ha realizado un informe técnico interno con la gente de la masonería, pero sí puedo decir que la arquitecta Obregón, hasta septiembre del año pasado estuvo siempre disponible ante nuestras consultas. Ella concurría al edificio, sacó muchas fotografías para el estudio del edificio, aunque no se elaboran informes por escrito de esas visitas".Respecto de las mejoras concretas que se han hecho en el edificio, al "asesoramiento técnico" que realiza el Municipio se sumó durante el 2004 mano de obra del plan Trabajar y ahora estamos tramitando una cortadora de césped. Pero además de esto, no se ha concretado ningún tipo de intervención concreta para su mantenimiento. La masonería no aportó fondos. Y para la obtención de subsidios provinciales se requiere la declaración de monumento provincial; un trámite que requiere muchas gestiones, que estaban a cargo -hasta diciembre del año pasado- de la arquitecta Obregón.