sábado, 10 de mayo de 2008

Logia Giuseppe Mazzini N° 118


Como consecuencia del triunfo del Gral. Justo José de Urquiza en la Batalla de Caseros, se aceleró el proceso de la organización Nacional que se alcanzó con la sanción de la Constitución Nacional en 1853.

Rápidamente, la República Argentina, comenzó un progreso sostenido, sobre todo, luego de la reinserción de la Provincia de Buenos Aires a la Confederación y de la finalización de la Guerra de la Triple Alianza.

El nuevo marco legal y las patrióticas presidencias de Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Nicolás Avellaneda y Julio Argentino Roca permitieron al país avanzar a un ritmo constante incorporando los adelantos técnicos – como por ejemplo el telégrafo, ferrocarriles, puertos, etc. -, fomentando la agricultura y la ganadería, y, sobre todo, impulsando la educación con la creación de escuelas, colegios e instituciones de diversos tipos.

Ante las posibilidades que brindaban éstas tierras de libertad, trabajo, paz y prosperidad, se incrementó hacia finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX la inmigración europea de diversas nacionalidades como suizos, franceses, alemanes, italianos y españoles que se asentaron primero en Entre Ríos y Santa Fe y luego en número menor en Buenos Aires. Siendo las dos últimas corrientes inmigratorias antedichas las que afluyeron en mayor cantidad, tal es así, que hacia 1880 constituyeron los dos tercios de la población de las colonias.

Con el correr de los años, la población argentina, comienza a aceptar a los inmigrantes que venían al país con sus usos y costumbres, para paliar la afligente escasez de mano de obra.

Los nuevos habitantes no tropezaron con hostilidades ni discriminaciones de los nativos de nuestro país: la hospitalidad argentina para con los extranjeros fue tradicional y lo sigue siendo.
La necesidad de incrementar los transportes hace que en marzo de 1864 comiencen las obras del Ferrocarril del Sud. La ceremonia de inauguración es presidida por el Gral. Mitre que desempeñaba el cargo de Presidente de la Nación. El tendido de los rieles une Plaza Constitución con Chascomús. La obra concluyó en diciembre de 1865.

Entre las estaciones intermedias se construyó la de Lomas de Zamora. El poblado enclavado en un hermoso lugar en el que había numerosas chacras, quintas y estancias.

El caserío siguió aumentando. Las casas se construían con grandes ladrillos asentados en barro adquiriendo los rasgos que aún perduran en algunas construcciones centenarias.

Las calles próximas a la Estación eran empedradas y las de la periferia de tierra. La distribución de los servicios se efectuaba con vehículos de tracción a sangre como el sulky, la volanta o la jardinera, utilizadas para el traslado de leche, verduras y frutas de las quintas al pueblo.

En aquellos tiempos las damas vestían con largos faldones y los caballeros con trajes y sombrero de fieltro negro o galerita. Era una costumbre los actos de cortesía y el saludo.
El crecimiento poblacional fue modificando modas y hábitos al par que se fueron creando nuevas instituciones para adecuar la sociedad a las nuevas necesidades. Así vemos surgir Sociedades de Socorros Mutuos, Sociedad de Bomberos, sociedades representativas de las diferentes corrientes inmigratorias de carácter social, asistencial , deportivos, etc.
Es de recordar, que Italia en el año 1870, alcanzó la unificación gracias a la obra esclarecedora de Giuseppe Mazzini en el campo político, Camilo Benso(conde de Cavour) en el diplomático y Giuseppe Garibaldi en el militar.
En la otrora llamada LA PAZ DE LOMAS DE ZAMORA, siguiendo los principios rectores de los patriotas que construyeron nuestro país, un grupo animoso de italianos, teniendo presente su recién nacida patria, procedieron a fundar una Logia Masónica dándole el nombre de uno de sus más esclarecidos hijos: Giuseppe Mazzini. Nace así, el 25 DE AGOSTO DE 1892 la LOGIA GIUSEPPE MAZZINI Nº 118.

El acta fundacional está redactada en italiano y son sus miembros fundadores los hermanos Antonio y Luigi Giudita, Basile, Larreco, Danesi, Cignone, Rodone, Traversa, Solá, Moggia, Ortega, Perinetti, Ricciarduli y Tadeo, quienes reunidos en la calle Acevedo 124 de la ante nombrada ciudad, fundan la SOCIEDAD MASÓNICA a la cual le adjudican el nombre del Ilustre Masón, escritor, filósofo y pensador Italiano fallecido el 11 de Marzo de 1872.

Uno de sus objetivos principales fue la creación de una sociedad filantrópica. Sus fines y propósitos eran, tal como rezan los estatutos sociales:

“PROPENDER LA VINCULACIÓN Y EL RELEVAMIENTO MORAL DE SUS ASOCIADOS, LA FAMILIA DE ÉSTOS Y DE LOS EXTRAÑOS A LA MISMA; PRACTICAR EL SOCORRO MUTUO ENTRE SUS ASOCIADOS Y LA CARIDAD A CUANTOS LA NECESITEN; DENTRO DE SUS PROPIOS RECURSOS FOMENTAR LA CREACIÓN DE INSTITUTOS CIENTÍFICOS, ESCUELAS Y BIBLIOTECAS; CONCURRIR A LA OBRA DEL PERFECCIONAMIENTO DE LOS INDIVIDUOS PARA SU BIEN MISMO Y VELAR POR LA LIBERTAD CIVIL Y DE CONCIENCIA.”
La construcción del edificio donde actualmente funciona La Logia en la calle Colombres 146 fue logrado gracias a la emisión de acciones que fueron sufragadas por sus socios masones.
En la piedra fundamental en forma de urna que fue enterrada en algún lugar de éste Templo, se depositó un pergamino con las firmas de todos sus miembros donde constan los buenos deseos al progreso de éste país y de todos los que quieran vivir en él.

Éste edificio se inauguró el 3 DE DICIEMBRE DE 1906, comenzando a funcionar en él una importante biblioteca y una escuela de oficios que era afín al programa filantrópico de la MASONERÍA ARGENTINA.

Como ya se dijo, el acta del 25 de Agosto de 1892, es la piedra fundamental de ésta Sociedad, la cual tiene Personería Jurídica y es reconocida por el Municipio de Lomas de Zamora y por la Dirección de Rentas de la Provincia de Buenos Aires como ENTIDAD DE BIEN PÚBLICO.
O sea, que en éste caso particular, ésta entidad tiene como Institución Masónica, la autoridad superior de la GRAN LOGIA DE LA ARGENTINA DE LIBRES Y ACEPTADOS MASONES y como entidad civil el control que ejerce la DIRECCIÓN DE PERSONAS JURÍDICAS DE LA PROVINCIA.
Por lo tanto, es posible la existencia de autoridades masónicas por un lado y otras de orden civil, aspectos que siempre fueron unificados. Consecuentemente, el Presidente es el representante ante la Orden y ante la Ley.


Simultáneamente a la creación de ésta Sociedad, sus fundadores adquieren para la Logia un lote de terreno para construir en el su edificio. Pero no fue fácil a los fundadores lograr la Personería Jurídica de la Logia. Sus estatutos mencionaban como objeto la construcción de un edificio para sus fines.
La Secretaría de Gobierno observó ésta cláusula y aconsejó no otorgar la Personería Jurídica Civil argumentando que si se trataba de “construir un edificio” no era civil sino comercial.
Esto produjo varias vistas y contestaciones por parte de los fundadores hasta que finalmente para demostrar que los fines eran culturales, se presentó a la Secretaria de Gobierno un Certificado expedido por el “Serenísimo Gran Oriente de la República Argentina” donde constaba que la Logia Giuseppe Mazzini Nº 118 estaba afiliada a esa Orden y que compartía sus mismos fines, adjuntando también una copia de los Estatutos de ésta Alta Institución.
Por ello, el testimonio del expediente de la autorización estatal contiene los Estatutos de la Gran Logia.
En definitiva, el argumento de los fundadores, se basó en que la Gran Logia tenía aprobados sus estatutos por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, cuyos objetivos no sufrieron objeción y además, luego, fueron ratificados por el Gobierno Nacional firmados en 1895 por el entonces Presidente de la Nación Julio Argentino Roca.
Es evidente que no se trató de un problema de objeción de objetivos, sino de interpretación jurídica de su condición de civil o comercial.
Por fín, el 17 de FEBRERO DE 1898, el Asesor de Gobierno aconsejó la aprobación de los estatutos como Persona Jurídica.
El decreto definitivo es de fecha 14 de NOVIEMBRE DE 1907. Habían transcurrido casi 13 años desde el comienzo del trámite.
El testimonio indicado es casi una reliquia, pues tiene alrededor de 98 años. El mismo está manuscrito con pluma de tinta común.
En el curso de los 15 años transcurridos entre la fundación y el reconocimiento como Persona Jurídica, la Logia recién nacida, pese a la crisis en la que estaba inmerso el país trabajó regularmente.
Es menester aclarar que todas las logias masónicas incluyen dentro de su ceremonial la circulación de una bolsa de caridad, donde sus miembros colocan un óbolo, como un deber que los más afortunados tienen para con los mas desdichados y necesitados. Ésta beneficencia es reservada y espontánea y de ella salen los fondos económicos que se destinan a quien más lo necesite, acompañados de sentimientos y pensamientos de solidaridad y fraternidad.
Para la adjudicación de los fondos económicos, la Logia, cuenta con una comisión destinada a asistir periódicamente con ayuda alimentaria y/o económica a personas indigentes y a contingencias catastróficas, como la ocurrida en el Litoral Argentino en el año 1905 cuando se produjo la inundación provocada por el Río Paraná. En esa oportunidad la Logia Mazzini se unió a la Logia “Justicia” de Reconquista para canalizar la ayuda.
En aquella ocasión, la ayuda de vecinos y comerciantes de Lomas de Zamora, fue fundamental.
También tendió su mano, años posteriores, a las víctimas del terremoto de la Provincia de San Juan.
La Masonería centró su trabajo en la solidaridad de todo proyecto que sea Justo, Noble, Digno y Elevado.
Siguiendo éstos principios, la Respetable Logia Giuseppe Mazzini, en 1906 se une a un proyecto elaborado por la Respetable Logia Tito Vezio de Barracas, para fundar y mantener un Orfanato Masónico que comienza a funcionar un año después en Banfield. Simultáneamente, se incorpora al mismo, una biblioteca Pública y Popular.
Con ésta sublime vocación, se creó la “Caja de Previsión Masónica” y la “Caja de Auxilio Póstumo”.

La primera ayudaba a los miembros de ésta logia que sufrían lesiones en accidentes laborales o enfermedades producidas por los riesgos en los trabajos que realizaban. Ésta caja servía de auxilio, ya que por esos años, si no se trabajaba, no se comía y aún trabajando no se tenía ninguna cobertura social.
No se conocían por entonces los derechos del trabajador, ni obras sociales, ni indemnizaciones, etc.
La segunda, acudía en ayuda de los familiares cuando algún integrante de la Respetable Logia Giuseppe Mazzini fallecía.
Otra iniciativa nace en el seno de la misma: En 1909, se constituye un Comité Pro Construcción del Teatro Coliseo de Lomas de Zamora.
Transcurre un año hasta que en la calle España entre Laprida y Gorriti de Lomas de Zamora se coloque la piedra fundamental con el marco de un nutrido número de masones de logias de la zona.

Hoy, este monumental centro de la cultura, es testigo de su propio prestigio, donde hermanos francmasones, tuvieron el entusiasmo de concretar tan benemérita construcción.
Ésta síntesis que se ha descrito de los trabajos realizados por la Respetable Logia Giuseppe Mazzini Nº 118, están basados hasta el año 1910. Durante esos años, ésta institución colaboró de diferentes formas con el Hospital Luis C. De Gandulfo de Lomas de Zamora, la Sociedad Popular de Educación de la misma ciudad y su anexa Biblioteca del Maestro, el Orfanato Masónico de Banfield, con las víctimas del terremoto de Messina(Italia) y, entre otros, con la Biblioteca Pública y Popular de Banfield.
Ninguna verdadera y sincera manifestación de fraternidad puede realizarse si no es en cuanto uno verdaderamente la siente y realiza interiormente: un masón se hará verdadero masón y hermano según sienta el ideal masónico y se reconozca como hermano de los demás, sean o no masones.