domingo, 20 de enero de 2008

Se pronuncia masonería michoacana contra la Ley de Voluntad Anticipada

MORELIA, Mich., 10 de enero de 2008. La Gran Logia Michoacana Lázaro Cárdenas se pronunció en contra de la Ley de Voluntad Anticipada que entró en vigor en el Distrito Federal, misma que el Senado de la República pretende aplicar en territorio nacional. En entrevista el Muy Respetable Gran Maestro de la masonería michoacana, Guillermo Ortiz Rodríguez, rechazó tajante la propuesta de los senadores mexicanos que preparan una ley similar pero con alcance en todo el país. Al respecto expresó que se trata de una situación compleja toda vez que mientras que el que sufre desea terminar con su martirio, sus familiares no comparten esa determinación. “Es muy difícil que se legisle un tema de esta naturaleza tiene que haber muchos parámetros que se deben estudiar y analizar; así como una discusión amplia para que no se legisle al vapor”. Y a pesar de que se protege jurídicamente la decisión de una persona afectada por una enfermedad crónico-degenerativa, para evitar tratamientos terapéuticos que de manera innecesaria prolonguen su vida, Ortiz Rodríguez no compartió esta apreciación Y expresó que no es correcto que una persona decida quitarse la vida porque va en contra de los principios del ser humano y atenta contra su dignidad. “El principio es que la vida es lo primero que se tiene que cuidar, por lo que reprobamos este tipo de salidas al sufrimiento o salidas falsas a los problemas que una persona enfrente”. La ley de Voluntad Anticipada que entró en vigor esta semana en el Distrito Federal fue aprobada con la intensión de que los enfermos en fase terminal tengan la posibilidad de decidir en que momento quieren dejar de existir sin que su determinación implique una sanción. Y establece que mediante la suscripción ante notario público de un Documento de Voluntad Anticipada, toda persona que se encuentre en fase terminal por una enfermedad, puede decidir sobre los límites para el tratamiento terapéutico que recibirá. El documento se considera un instrumento jurídico, donde participa el médico tratante, el paciente, quien en una decisión personal resuelve ante notario público si quiere o no continuar con su vida, una vez que esté informado sobre el tratamiento médico que se le vaya aplicar y la perspectiva de recuperación. Cuando el enfermo se encuentre imposibilitado de tomar una decisión, serán los parientes en primer grado quienes lo hagan. Esta ley será retomada en el Senado con el propósito de facilitar una muerte digna y sin dolor a las personas con tratamientos médicos que sean meros paliativos ante una enfermedad incurable. Actualmente existen dos iniciativas sobre el tema, una de Federico Doring y otra de Lázaro Mazon, que serán discutidas y analizadas en próximas fechas.

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