La Masonería recupera un templo en Tenerife

TENERIFE La masonería recupera su templo en la capital

LA GACETA

El único inmueble masónico de España ya ha iniciado su ‘renacimiento’ si bien las obras empezarán en 2009ESTHER CHIC

S.C.DETENERIFE.– Aunque los santacruceros todavía han de esperar hasta finales de 2008 o principios de 2009, para poder percibir los trabajos de calle de rehabilitación del Templo Masónico, la labor de trastienda, la de los estudios, los análisis y los programas informáticos –“imprescindibles para llevar a cabo una rehabilitación sin errores”, en palabras del concejal de Patrimonio Histórico, Alfonso Soriano–, ya han alcanzado velocidad de crucero.

Desde que en el año 2001 una gestión personal de Miguel Zerolo evitó que el Ministerio de Defensa, entonces dueño del templo, lo sometiera a una subasta pública, adquiriéndolo como bien municipal, el Ayuntamiento de Santa Cruz ya ha realizado un estudio etiológico previo que determina las pautas a seguir en el proyecto de reforma puramente física. Además, se han elaborado diversos estudios, desde los históricos, al taquimétrico pasando por uno botánico y otro sobre falsos techos.

El alcalde, Miguel Zerolo, que ayer visitaba el histórico inmueble recientemente declarado Bien de Interés Cultural (BIC), junto al propio Soriano y al teniente alcalde, Ángel Llanos, anunciaba que los presupuestos municipales del próximo año contemplarán en cualquier caso, comiencen o no los trabajos, una partida financiera específica.

Financiación ‘mixta’En total, la Concejalía de Economía y Hacienda destinará en torno a los 2 ó 3 millones de euros o las “partidas necesarias para un proyecto costoso”, reconoció Llanos. Financiación que sin embargo no será exclusivamente municipal y que no sólo se complementará con las ayudas de otras instituciones (Cabildo y Gobierno), sino también con las de las propias obediencias masónicas.

La rehabilitación, cimentada en un “proyecto científico”. liderado por el arquitecto técnico municipal, Germán Delgado, aspira a reflejar de la manera más fiel posible, el templo tal y como fue ideado en 1900 por el arquitecto Manuel Cámara y Cruz, cuyo proyecto redactado para la promotora Añaza, se guarda en los archivos municipales.

También pretende conservar la decoración y símbolos masónicos, así como eliminar aquellos que fueron introducidos por el Estado durante los años en los que el inmueble perteneció al Ministerio de Defensa. Toda una reconstrucción que se realizará con la dificultad añadida de utilizar únicamente imágenes fotográficas.

La tarea más compleja será la reproducción del lienzo de Robayna que decoraba el techo de la planta baja, hoy sustituido por vigas de madera que cruzan de lado a lado. Nada de sabe de cuál ha sido el destino final de estas pinturas, explicó Delgado, aunque sí que su desaparición se produjo a mediados de los años 80.

La fachada se conservará tal y como está, una vez ya se han eliminados los árboles que presidían la entrada y, según explicó Soriano, no sólo no eran símbolos masónicos, además datan de la época de la postguerra, contribuían aún más al deterioro de la fachada e impedían la investigación.La gruta subterránea, uno de los elementos característicos del templo capitalino, que va desde la cabecera hasta el vestíbulo de entrada, también se rehabilitará, acondicionándola tal y como era en los masones a principios del siglo XX.

Un nuevo instituto conjugará los usos público y masónico El Ayuntamiento quiere que el nuevo Templo Masónico culmine su rehabilitación antes de que finalice la presente legislatura en 2011. Tras esta reforma, y después de “muchas reuniones de trabajo entre el Consistorio y las distintas obediencias masónicas de Canarias y de otros lugares” se ha llegado al acuerdo de abrir el inmueble a todos los ciudadanos, si bien este uso público habrá de conjugarse con el que seguirán haciendo del templo las diferentes logias.

Para determinar ese necesario equilibrio, Miguel Zerolo, anunció la creación de un instituto masónico encargado de ceder el templo a las distintas obediencias. A la vez, se habilitará una pequeña zona donde se exhibirán elementos y símbolos masónicos de cara a los visitantes.

El PSOE pide que se garantice la conservación del histórico inmueble

S.C.DETENERIFE.– El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Santa Cruz llevará al pleno del viernes una moción por la que instarán al Consistorio a promover actuaciones de urgencia para garantizar la conservación del Templo Masónico.Los socialistas entienden que al margen del proyecto de reforma, es necesario actuar con celeridad para consolidar y dar plena efectividad a esa voluntad de protección, tanto en el ámbito jurídico, con su declaración de Bien de Interés Cultural de todo el edificio, como en el aspecto constructivo, para lo que deberán consignarse en los Presupuestos de la Corporación las cantidades que garanticen las actuaciones de protección y rehabilitación que sean precisas.

Además, en la moción el PSOE recuerda que el pasado mes de enero, la Gerencia Municipal de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife incluye en sus presupuestos una dotación de 250.000 euros para 2007 y 150.000 euros para 2008 para obras de rehabilitación, estimando entonces que la redacción del proyecto concluyera en seis meses. Sin embargo, denuncian “han pasado nueve meses y no está finalizado”.

Por otro lado, los socialistas llevarán a pleno otras iniciativas, entre las que destacan una destinada al fomento del transporte público en la ciudad; al desarrollo de un programa municipal de sensibilización al reciclaje; al desarrollo de medidas para la igualdad entre hombres y mujeres, así como la reactivación del Consejo Municipal de la Mujer. Además, el PSOE llevará las mociones ya anunciadas sobre el fomento del respeto por la diversidad sexual y la petición de crear una comisión de investigación.

UN RITUAL BAJO TIERRA. La gruta subterránea que rodea al templo y que se encuentra en buen estado de conservación es uno de los elementos más característicos del templo. En esta gruta tenía lugar la ceremonia de entrada en la logia masónica para sus nuevos miembros.

Así, los que se iniciaban en la masonería debían pasar un periodo de tiempo -se desconoce exactamente cuánto- en la llamada sala de reflexión, a varios metros bajo tierra y con apenas la luz de un par de velas.

Luego continuaban recorrido a través de la gruta hasta llegar al vestíbulo de entrada, donde concluía la ceremonia y el nuevo masón ya era considerado miembro de pleno derecho.